martes, 31 de diciembre de 2013

Adiós 2013




Este año ha sido un año especialmente duro y lleno de cambios, no siempre buenos.
Para la gran mayoría bastante malos.
He echado un montón de menos escribir.

Querido 2013  aquí estoy para despedirte con alegre música y unos cuantos pensamientos de estos antepasados ricos de espíritu.






“…Sencillamente, soy trasladado al ritmo propio del trabajo y, en el fondo, no domino en ningún caso su ley oculta. Los hombres de la ciudad se maravillan a menudo de este largo y monótono quedarse solo entre los campesinos y las montañas. Sin embargo esto no es ningún mero quedarse solo; pero sí soledad. En verdad en las grandes ciudades el hombre puede quedarse solo como apenas le es posible en ninguna otra parte. Pero allí nunca puede estar a solas. Pues la auténtica soledad tiene la fuerza primigenia que no nos aísla, sino que arroja la existencia humana total en la extensa vecindad de todas las cosas.”


Martin Heidegger - ¿Por qué permanecemos en la provincia?











“Mientras los demás hombres se arrojan en medio de la multitud, para no conocerse o más bien odiarse, el sabio huye del gran mundo y busca la soledad ¿Por qué no se complace consigo mismo o con sus semejantes? Porque su alma es un espejo fiel en el cual su justo amor propio halla provecho en contemplarse. Quien es virtuoso, no tiene nada que temer de su propio conocimiento, si no es el agradable peligro de amarse.
A los ojos de un hombre que mirara la tierra desde lo alto de los cielos, toda la grandeza de los demás hombres se desvanecería, los palacios más soberbios se transformarían en cabañas y los ejércitos más numerosos se parecerían a un tropel de hormigas luchando por un grano con la furia más ridícula. Pues así ve las cosas un sabio como vos, el cual se ríe de las vanas agitaciones de los hombres, cuando multitud de ellos siembran la Tierra de confusión y se atropellan por nada, con lo cual es justo que ninguno esté contento.”

La Mettrie – El hombre máquina





 “Bien comprendió el imperio de la fuerza de la costumbre el que primero forjó el cuento siguiente: una aldeana estaba habituada a acariciar y a llevar en brazos un ternerillo desde el momento en que salió del vientre de la vaca, y de tal modo se hizo a ello, que cuando el animal se convirtió en buey, todavía lo conducía entre sus brazos. La costumbre es al par maestra violenta y traidora. Ella fija en nuestro espíritu, poco a poco y como si de ello no nos diéramos cabal cuenta el peso de su autoridad, y por suave que sea la pendiente por donde descendamos ocurre un día que ha dejado bien sellada su huella en nuestra naturaleza. Vémosla de tal modo violentar siempre las leyes de ésta, que cuando menos lo pensamos nos descubre un rostro tiránico, que carecemos de fuerzas para mirar de frente…”


Michel de Montaigne - Ensayos de Montaigne, Libro I, De la costumbre y de la dificultad de cambiar los usos recibidos





“Hay que comprender que entre los deseos, unos son naturales y los otros vanos, y que entre los deseos naturales, unos son necesarios y los otros sólo naturales. Por último, entre los deseos necesarios, unos son necesarios para la felicidad, otros para la tranquilidad del cuerpo, y los otros para la vida misma. Una teoría verídica de los deseos refiere toda preferencia y toda aversión a la salud del cuerpo y a la ataraxia (del alma), ya que en ello está la perfección de la vida feliz, y todas nuestras acciones tienen como fin, evitar a la vez el sufrimiento y la inquietud. Y una vez lo hemos conseguido, se dispersan todas las tormentas del alma, porque el ser vivo ya no tiene que dirigirse hacia algo que no tiene, ni buscar otra cosa que pueda completar la felicidad del alma y del cuerpo. Ya que buscamos el placer solamente cuando su ausencia nos causa un sufrimiento. Cuando no sufrimos no tenemos ya necesidad de placer.”


Epicuro – Carta a Meneceo





“El propio resentimiento del hombre noble, cuando aparece en él, se cumple y agota en un reacción inmediata, y por eso no envenena: por otro lado, en incontables casos no aparece, mientras que en todos los débiles e impotentes es inevitable. No poder tomar en serio por mucho tiempo a los propios enemigos, los propios accidentes, incluso las propias atrocidades..., este es el signo de las naturalezas fuertes y completas en las que hay un excedente de fuerza plástica, reproductora, reconstituyente, una fuerza que también hace olvidar (un buen ejemplo de ello, extraído del mundo moderno, es Mirabeau, que no guardaba memoria de los insultos y las infamias que se cometían contra él, y que no podía perdonar simplemente porque… olvidaba). De un solo golpe, un hombre así se quita de encima muchos gusanos que horadan a otros; y solo aquí es posible (suponiendo que sea posible sobre la tierra) el auténtico amor al enemigo

Friedrich Nietzsche – La genealogía de la moral















“You yourself are participating in the evil, or you are not alive. Whatever you do is evil for somebody. This is one of the ironies of the whole creation.”

Tu propio yo participa en el mal, o no estarías vivo. Hagas lo que hagas estará mal para alguien. Es una de las ironías de la creación.


Joseph Campbell - The power of Myth













Fotografias: Greyfrairs Garden - London, UK

domingo, 12 de mayo de 2013

Lamentable desliz


Distintas e iguales

Hoy en el autobús de Portobello a Picadilly iban cuatro jovencitas sentadas en los asientos de delante, hablaban entre ellas en español con ese regusto de clase alta apergaminada que pretende ser "fashion", ese deje característico con el repetitivo “osea”, bien vestidas y con el pelo bien cuidado (difícil de mantener aquí con este tiempo y la cabeza siempre cubierta).
Sus comentarios sobre sus respectivos masculinos, las observaciones sobre la gente pintoresca que paseaba por la calle, las opiniones sobre los negros, los hindúes o los árabes, o acerca de sus compras, viajes y pertenencias, adoptando una actitud y un lenguaje con los que pretenden guardar las distancias de un mundo del que es mejor apartarse, nos ponían en un punto humorístico y jocoso con el que nuestra clase social media baja se toma semejante personalidad de intocables. En pleno siglo XXI unos cuantos no productores siguen disfrutando aún de su éxtasis mental.

La gran avalancha de universitarios españoles trabajando de camareros, cuidadores, lavaplatos y limpiadores en otras ciudades europeas nos cura de tal espanto, de nuevo serán los que saquen a España del agujero en que las manos adineras del regusto momificado la han dejado caer, sin olvidar que nosotros lo hemos consentido, pensando que teníamos opción a unirnos a la pequeña masa de inútiles que viven a costa de la mayoría. Hemos tomado las palabras como cosas ¡qué ilusos hemos sido!

Pero llevamos ventaja en una cosa, en tiempo de crisis no nos importa que algo fuera de nosotros sea capaz o no de vernos tal y como nosotros nos vemos, llevamos en la piel incrustada la infinitud y la nimiedad, por lo que formar parte del universo no nos atemoriza.

Thomas Herndon, un estudiante de Massachusetts, ha descubierto los errores de base del informe macroeconómico sobre el que se basan las políticas de recortes y austeridad de Europa y América. Dicho informe es responsable del impacto que ha tenido en los países a quienes se les ha obligado a seguirlas. 

¿Quiénes deberán responsabilizarse de: “… algunos fallos y del lamentable desliz que no afectan al mensaje central” dicen, pero que ha llevado a la miseria a muchas familias europeas?



Fotografía: http://www.reproduccionsocial.edusanluis.com.ar/2012/12/la-inclusion-es-un-medio-fundamental.html
http://economia.elpais.com/economia/2013/04/26/actualidad/1366984629_256082.html

lunes, 21 de enero de 2013

2 0 1 2, Un año de mi vida


Tras una tormenta de nieve en Cambridge
Reuters/AFP

2012 ha sido tan deplorable que no me he despedido de él como acostumbro.
Para ser sincera ha sido un año nefasto. No toda la culpa fue suya, los anteriores tuvieron mucho que ver en su desastrosa existencia.

En futuros libros de historia, de economía y de política española (que no dependan de gobiernos autoritarios) tendrá una extensa y larga exposición de oscura trayectoria, será recordado por los nombres de empresarios, políticos, economistas e intelectuales que creyeron en el dinero fácil y utilizaron su prepotencia en sus quehaceres sociales. Y por la gente que lo vivimos, alzándonos de hombros frente al destrozo de cada conquista social que nuestros mayores consiguieron con sudor y sangre.
Aún más preocupante es que no parece haber visos de cambio en este joven 2013.

América sigue a lo suyo autorizando la creación de salmones modificados genéticamente, hembras estériles que crecen el doble de rápido y durante todo el año. Los productores capitalistas alegan como imposible que se escape alguna del tanque dónde las aíslan, y que no hay riesgo a que se reproduzcan con un salmón salvaje causando la desaparición de los naturales.
Pensando un poco más y sin mucha imaginación, si ocurre, -se puede presuponer que llegará a haber calidades en el alimento, quién más pague obtendrá animales más sanos y ricos en nutrientes, tal como pasa hoy en día con los salvajes salvo si puedes pescártelos tú mismo-, como decía, si ocurre, el poder de darles vida o no, quedaría en manos de quienes tuvieran la patente del alimento, y esto conllevaría al mismo tiempo el poder del hambre de los pueblos.
Y una vez en marcha, el resto de alimentos correrían la misma suerte ¿Y qué no haría por un plato de lentejas?

Europa anda un tanto despistada, con eso de poner sus barbas a remojo viendo a los vecinos rasurados, se le está desviando la diana del objetivo. Objetivo que desde mi baja atalaya (léase entendimiento) tampoco vislumbro cuál pudiera ser. En el peldaño de los miserables las palabras se convierten en palabrería, pero si no las utilizamos, lo hosco y hostil acaba convirtiéndose en esa base que invita a pisotearla para conseguir allanarla.

Siguiendo con mis lecturas de Punset, en “El viaje a la Felicidad”, dice que las emociones cabalgan de inmediato sobre una percepción, y que “… la ignorancia constituye un activo necesario en el caso de los que sólo analizan un problema desde su propia óptica”.

Teniendo en cuenta que la memoria funciona relacionándose con el significado y no con la información, y que actuamos las más de las veces emocionalmente utilizando nuestros órganos más básicos (cerebro reptiliano) sin acudir a la lógica y el razonamiento, es posible que la visión que nos quede de este deprimente año no sea realista del todo.
Parece que también tenemos tendencia a olvidar lo más malo de nuestra vida en la búsqueda de la Felicidad (bendita tendencia), sería más que conveniente echarle un vistazo de vez en cuando a lo que se dijo y escribió durante la caída del ajusticiado Estado de Bienestar.

Para no caer en extremismos, deberíamos darle a esta social caída en picado la posibilidad de comienzo que tienen todos los finales. Se ha echado abajo lo bueno pero también lo malo.
Eso sí, mi cerebro reptiliano sigue emocionalmente activo y ya que me voy a comer lo que me impongan, necesito saber si los tipos que me lo venden también están o no modificados genéticamente o meméticamente, porque tanta animosidad por mejorar lo bueno, aumentar la producción, ganar cantidades indecentes de dinero mientras mueren cada día más y más personas de hambre en todo el mundo no parece que corresponda a una selección natural sino a una social, por no decir mental. Más que nada para que mi razonamiento pueda perder el miedo al cambio, aunque no del todo, ese miedo ha protegido nuestra humana existencia. No es cuestión de alejar la Felicidad más todavía.

Así que aquí queda mi palabrería sirviendo de despedida a un negro 2012 y de bienvenida a un no menos negro 2013.


Fotografía de: http://blogs.cnnmexico.com/en-primer-plano/tag/nieve/

domingo, 2 de diciembre de 2012

Segundo movimiento


Iceberg de piedra pómez en el mar de Nueva Zelanda
(Pudo ser debido a la erupción de un volcán submarino)


Hacer lo que necesitas en cada momento, contar tus miedos, decir de tu intimidad con el mundo sin restricciones es un verdadero lujo. Aquí hago lo que quiero y qué pocas veces resulta tan cierto.
Son las cinco de la madrugada. Tras la cena con mi amiga (un lujo de despedida) el paseo hasta casa y el fuerte aire frío del norte hicieron del deseo de descanso y sueño un placer.

Espabilada y con ganas de empezar el viaje subo los últimos bártulos al coche y la carretera es mía. Durante largos tramos de autovía ruedo sola en esta mañana de domingo, pocos coches me adelantan aún yendo a 10 km por debajo del límite de velocidad, estoy disfrutando del placer de conducir.
Una luz naranja en el cuadro de mandos me hace reparar en la baja temperatura del exterior, 4º y bajando. Ha permanecido roja quince minutos ¡a 0º!  Este asombro mío también me pasma ¡cómo si no supiera que existen los polos con temperaturas extremas bajo cero!
Me hace pensar en que las expectativas superan el placer de realizar el hecho en sí. Hacer que el fin que guie nuestra vida sea el éxtasis de la búsqueda, como dice Punset “la felicidad está escondida en la sala de espera de la felicidad”.

Patinamos sobre el calmado Mar Cantábrico, fuera todo se queda y yo me voy.
Si que marea un poco esto, cuando ando hacia el sur la plataforma bajo mis pies se mueve hacia el norte. Sentada en la proa junto al gran ventanal, el mástil inclinado con las banderas crea el efecto de tirar del ferry. Mientras amanece empiezan a brillar cúmulos de nubes claras en todo el horizonte y de nuevo me asombro, el horizonte dibuja un círculo a mí alrededor y al cielo, lo ha convertido en su cúpula. 
Esta sensación que provoca la naturaleza antes de comenzar el bullicio humano es de una inusitada paz.

Le tengo mucho respeto al mar, tanto, que raya el miedo. Nuestra gran y última reserva de alimento y energía a la que seguimos sin darle importancia y a la que -en pleno siglo XXI- seguimos deteriorando conscientemente.
No hace falta estudiar economía para saber que deberíamos comenzar a darle valor a la vida en el mundo para aumentar el valor de la nuestra.
“Existe toda una serie de estudios toxicológicos que muestran que las orcas de las costas de la Columbia Británica están completamente contaminadas con PCB* y otros tóxicos ambientales. Se ha comprobado la existencia de más de ciento cincuenta miligramos de PCB en el tejido adiposo de una orca. Ningún sistema inmunológico humano habría tenido la menor posibilidad de sobrevivir.”
Y como no, la bendita Monsanto los estuvo comercializando, hoy su uso está prohibido en casi todo el mundo. 

Otros estudios realmente interesantes intentan recrear un período de la historia de la Tierra de hace aproximadamente cincuenta y cinco millones de años: 
“En algún momento entre el Paleoceno y el Eoceno parece ser que hubo en la Tierra una catástrofe climática de proporciones bastante grandes. El océano dio un verdadero vuelco. Murieron el setenta por ciento de todos los seres vivos del fondo del mar, principalmente los unicelulares. Sectores completos del mar profundo se convirtieron por un tiempo en zonas hostiles a la vida. En los continentes, en cambio, se produjo una revolución biológica que marcó la aparición de los linajes actuales. En el Ártico aparecieron cocodrilos, y desde las latitudes subtropicales emigraron primates y mamíferos modernos hacia Norteamérica. Un terrible desorden.
El mar se calentó en aquella época, de modo que se desestabilizaron cantidades relativamente grandes de hidratos de metano. En consecuencia, los taludes continentales se desprendieron y liberaron más yacimientos de metano. Al cabo de pocos milenios, tal vez siglos, miles de millones de toneladas de gas llegaron al océano y a la atmósfera. Un círculo vicioso. El metano impulsa el efecto invernadero con una potencia treinta veces mayor que la del C02. Calentó la atmósfera, de modo que volvieron a calentarse los océanos, se desintegraron más hidratos, y así sucesivamente. Incluso el planeta llego a carecer de hielo,  la Tierra se transformó en un horno. Para una liberación de carbono durante 1.000 años se ha estimado un período de recuperación de 150.000 años” **

Si la naturaleza por si sola corrige su propia evolución destruyendo sus creaciones inadecuadas y gestionándolas de manera diferente, está bien que la estudiemos a fondo y aprendamos, a ver si en una de estas nos libramos de que nos corrija también a nosotros que ya sabemos que no se anda con miramientos.

Estoy llegando a mi primer destino. Durante toda la travesía los mares que hemos atravesado han estado en completa calma, he percibido mucho más el ruido y las vibraciones de los motores que el choque del agua contra el casco. Loados sean Haco y Neptuno.


*PCB, su aspecto es desde aceitoso hasta resinas duras y transparentes o cristales blancos, la contaminación por ingestión en los humanos se produce por inhalación y sobre todo en alimentos propensos a estar contaminados como pescados y mariscos. http://es.wikipedia.org/wiki/Bifenilos_policlorados


domingo, 28 de octubre de 2012

Primer movimiento


Obra de Koko Rico en Laguardia (Rioja Alavesa)
Compañeros inseparables del viajero


Es difícil saber cómo empezar.
Hablar y leer constantemente sobre la crisis hace perder cualquier sentido de progreso. Existe un temor diferente entre los que hemos vivido siempre en crisis, incluso en tiempos de bonanza, y los que han disfrutado del privilegio de optar a cuanto han deseado o a la mayor parte de sus aspiraciones. Es como si antes yo me viera fuera del tiempo y ahora vea a los demás.

Me centro en hacer progresar aquello que me propuse hace tan solo unos meses. A unos días de la partida solo está aplazado lo del último momento. El coche puesto a punto, las maletas y bultos pendientes de cerrar, reservas y billetes de hotel y pasaje, punto de encuentro en la isla, despedidas.

La aventura que me espera es sugestiva y emocionante, con tantas posibilidades de éxito como de fracaso. Del fracaso, rechazo lo que tiene de frustración -usaría quiebro por lo de no poder conseguir un fin pero no produce la misma inquietud  al leerlo que provoca el vivirlo-, ya que a estas alturas de extenuante esfuerzo librándome de ataduras tan pegajosas como el galipote ya se ha involucrado el éxito.
Y en tanto me queden fuerzas no quedará en esta pequeña pero bacanal primera aventura.

Experimento alegría entre mil preocupaciones al enfrentarme a una nueva vida donde soy ajena a costumbres, a los hábitos para servirme del medio que me rodea, a superar las manías de lo que no comparto, a la lucha por hacerme un hueco en situaciones de desventaja…
La diferencia entre mi medio habitual y al que pretendo conquistar está en la mejora de las condiciones y no a la inversa, ya es un handicap a mi favor, que si bien puede considerarse positivo podría ser tan duro como irse a recorrer el Amazonas, pero no imposible.

Al levantar la mirada tras unos momentos de concentración, vuelvo a sumergirme en los gritos y las prisas de la gente que habla y gesticula sin decir nada, hemos convertido la comunicación en una hazaña y utilizamos los gestos y la palabra como escudos y espadas con los que atacar y protegernos. Lo más curioso es que ni siquiera nos miramos, curioso porque todos sabemos que nadie va a decir nada nuevo, y algo triste  porque al dejar de escucharnos hemos hecho de la ciudad un lugar un poco más hostil.

Mi ciudad y mi país aparecen en el casi ignorado televisor del local. Alguien cerca de mí se queja de un gobierno al que le votó una mayoría de españoles y que se limita a hacer lo que siempre ha hecho la derecha política española, están de más ese asombro y esa irritación exacerbadas. Aún estoy aquí y ya a ambos les noto lejos.

Espero aprender mucho. Espero entender por qué no ha funcionado el estado de bienestar en mi país. Espero ser capaz de reeducarme viviendo con otros criterios, otras maneras y otras formas de aceptar el mundo y a los humanos. Ya tengo práctica en superar momentos críticos puede que por eso no me resulte tan descorazonador cambiar con los tiempos.
A veces solo el respeto que consigas sentir por ti misma puede ser la mejor manera de apuntalar tu existencia.



sábado, 1 de septiembre de 2012

Agosto cenizo, adiós



El inquietante extremo de la belleza de Giovanni Boldini


Camino buscando la sombra por calles estrechas mientras el despiadado sol oprime todo lo que alcanza contra la piedra caliente, las paredes limpias y revocadas con postigos y puertas de aspecto cuidado desdicen la sensación de pueblo deshabitado. 

La señora Benancia se acerca en dirección contraria con la espalda encorvada, dando a sus cansinos pasos un movimiento pendular que hace temer, si algún imprevisto le modificara la trayectoria, pudiera volcar en cualquier dirección. En mi imaginación, últimamente algo siniestra, me veo en ese trance futuro de tener que medir la distancia al suelo en cada paso.

Un momento antes de llegar a su altura se apoya en la pared levantando la cabeza para saludarme. Su sonrisa de tan alegre asombra que habite en un cuerpo tan viejo, sus arrugas y su aspecto maltrecho no dejan suponer la fuerza, la vitalidad, la limpieza, la belleza y la elocuencia con la que sorprende su mirada.

Juntas andamos hacia la higuera en la pequeña fuente que hay en uno de los lados de la plaza cuadrada. Nos acoge una refrescante y oscura sombra entre silvestre y ajardinada que casi parece un paraje de los hermanos Grimm. Allí la tasca del otro lado ha sabido aprovechar el lugar con unos cómodos silloncitos de esparto. A estas horas de la tarde, ni los pequeños tractores de agricultores que transitan en las mañanas y los atardeceres, ni niños ni adolescentes perturban el sonido del mundo.

Benancia no podrá presumir de haber atravesado las nubes y planeado sobre ellas, o de pasear la mirada por la Piazza di Spagna, o de haber disfrutado un concierto en Viena ni jactarse de haber paseado por Piccadilly Circus. La altivez y la indiferencia mundanas pasaron de largo por su lado, sus experiencias no las cuenta con esa aura de suficiencia donde cualquier atisbo de ternura o candidez son defectos a ocultar a toda costa, en su mirada no se aprecia desafío ni complacencia en la admiración de los demás.

Por el contrario, su fuerza y su belleza radican en su capacidad de sorprenderse, todo le parece nuevo y maravilloso. Maestra y lectora incansable de cuanta biblioteca estuviera a su alcance, se ha ido haciendo su propia idea del mundo y sin perder de vista el cielo y las estrellas, no dejó de pisar nunca en la tierra. Su conversación resulta incluso refrescante contra un cielo con el azul más amarillento y ardiente que quepa imaginar, su sabiduría, su cortesía, nos trasladan a un espacio no pensado sino sentido, como “un ámbito diferenciado entre espacios inmensos de luz quieta y fría arriba y espacios inmensos de luz quieta y fría abajo”.

Me revela que el mundo no es mudo sino que sólo espera que alguien le hable en un lenguaje que él comprenda. Y ella sabe que contesta, en su idioma, contesta y espera que tengamos bizarría para aprenderlo.
Benancia habla con ligeros toques de humor y el acento y la sonrisa de su niñez. Cuenta y dice como brisa, despacio, entonando y paladeando la palabra, se ennoblecen sus rasgos y usa de la pasión sin levantar la voz, y lee en tus ojos y tu respiración el apunte de cuando debe callar y cuándo esperas oír más.

Y ella me ha dibujado la imagen más certera de las personas, de la plebe, de la masa, dice que es imposible crearles un rostro fijo o ponerles nombre, son río, siempre el mismo y siempre distinto, son nube, siempre cambiante, son árbol que obra libre y espontáneo con una fuerza natural y misteriosa. Si le preguntaras a una cualquiera, la mayoría del tiempo ni sabe bien qué quiere ni adónde va, pero si observas a la masa durante un periodo puedes ver su camino, su evolución, en ocasiones su brillo y las más de las veces sus despojos.

Salgo de la España profunda, quieta y sosegada de cielos rojos, del “sí” y el “no” contundentes que la élite ha olvidado escuchar, de tierras y ansias quemadas.
Hoy se lo cuento al Mediterráneo que acariciante en su letanía me recuerda que en el compromiso con la vida siempre debería tenerse en cuenta aquella definición de Epicuro:“la felicidad es el fin motivador  -en último término inalcanzable- del hombre” para no empeñarse en perturbar la tranquilidad conquistada.

Si, es el cielo el que ha copiado el color al mar.

domingo, 22 de julio de 2012

El gusto por lo imposible


Manifestación (1934)
Antonio Berni (1905-1981)


Está cumpliéndose mi destino sin que el mundo se percate de ello, no se sabrá ni mi nombre ni se percibirá mi presencia hasta que pase a formar parte de una de esas estadísticas que contendrán muchos de los acontecimientos similares que se habrán producido en el globo. Y aunque la realidad es esta y no otra, hay temas que no puedo pasar por alto. O me sacan de quicio a mí o yo saco a los demás.

En todo caso cuando consigo sonreír y mantenerme ajena me toman por comprensiva y la verdad es que no lo soy en absoluto. Si relatara dichos acontecimientos con mi visión simple de lo que sucede a mi alrededor no evidenciaría hasta mucho más tarde las complejas conexiones existentes con lo sucedido en multitud de esas situaciones similares. Una vez formen parte de cualquier estadística los sucesos habrán pasado a otro nivel y ni mi destino ni yo tendremos la más mínima importancia. 

Sigo estando de acuerdo con los que piensan que no nos enfrentamos tan solo a un sistema podrido sino a nuestra culpabilidad por haber dejado que se pudriera, y estimo que hay muchos que no lo ven así pues de otro modo no estarían en el poder quienes están. En una sociedad como esta se dice que las instituciones han de establecer y guiar la vida de sus gentes escudando y salvaguardando su adecuado desarrollo. Dada la situación en la que nos encontramos el sistema, este sistema, no ha funcionado.

Dado también que en estos momentos los granujas son los únicos autorizados a hacer rodar la mole apelmazada del desconcierto, solo queda arremangarse y sacar valor de debajo de las piedras, o el miedo, que también une, y ser lo más granujas posible para poder contener la embestida de los atacantes. Si la vergüenza, la consideración, el respeto, han perdido el poco valor que les quedaba la derrota solo es asumible echando mano de la astucia.

Un mundo capitalista global en el que se ha impuesto una grave incultura financiera dice mucho de su capitalismo o habría que llamarle ya imperialismo económico. 
Es hora de entender en este nivel de ancha base la gran importancia de un "cliente descontento" para el ambientillo de los niveles altos y estrechos, por mucha sonrisa de medio lado que pongan.

Estando en estas cábalas, en que me reconozco cabreada con el sistema porque sencillamente me ha dejado tirada después de tantos años y con la única alternativa de marcharme sin reconocimiento alguno, me ha hecho mucha gracia la pregunta de James K. Galbraith en El País refiriéndose a Europa y España: ..."tiene como prioridad preservar el sistema bancario y el euro, como si eso fuera un fin en sí mismo, en lugar de activar el crecimiento para dar alguna posibilidad a los millones de parados españoles. Para cambiar esa realidad, el Gobierno de España debería ser atrevido y perspicaz. ¿Tienen ustedes un Gobierno así?."

En cuanto a lo de atrevido, según se mire, porque atrevidos lo han sido durante años pero perspicaces nada más lejos de la realidad que se nos brinda.

E incido de nuevo en nuestra falta de interés y discernimiento, nos comportamos como células predispuestas a que se nos coman los nódulos cancerosos que nos acechan, desde luego arrestos islandeses de momento no se vislumbran por aquí. 

El milenio aún no da indicios de querer prescindir de mí. Aunque nunca se sabe con seguridad hasta que apareces en una de aquellas estadísticas. Más de uno me considerará un tanto imbécil por querer deshacerme de todo lo que atrapa en un sistema que se hunde sin remedio. Parece mucho más heroico hundirse en el fango con todas tus posesiones y con paciencia y aguante salir un día de estos a flote habiendo perdido lo mínimo posible. 
En mi favor solo puedo decir que es más fácil hablar de la experiencia que sacarle partido a la experiencia. 

Ya he decidido que no quiero nada de la morralla que he conseguido en tantos años y de la que poco a poco me estoy deshaciendo, de todo lo que me ha imposibilitado la más de las veces mandar al carajo promesas políticas, incentivos patronales, ofrendas financieras y guiños amistosos de un enjambre social que no sé por qué todos se empeñan en hacerle “el boca a boca”.



Cuadros de Antonio Berni, Manifestación y Desempleados (1934), podeís ver su obra aquí:
http://www.arteargentino.buenosaires.gov.ar/areas/cultura/arteargentino/02dossiers/berni/0_berni.php