domingo, 26 de abril de 2009

Música medicinal




Didgeridoo



Decía el locutor “un creador va más allá del paseo de la imaginación y entra en un sueño”… me hizo prestar atención al programa… los grandes compositores desarrollaron la improvisación espontánea y libre, dando cabida así a nuevas formas de entender la música.
He encontrado muchas definiciones sobre la música, muchos estudios y formas de entender que es y en qué consiste. Pero me quedo con la definición más simple “la música es el sonido que produce emociones”.
La sangitâ (música en la India) significa “reunir el todo y decirlo” cuerpo, alma e intelecto.

Hay otro sonido que se está desarrollando rápidamente como uno de los problemas más acuciantes en nuestro habitat, el ruido, sonidos que pueden producir hipoacusia cuando son muy altos, se producen periódicamente y durante mucho tiempo. Sin embargo en ocasiones el ruido, puede convertirse en música dependiendo del contexto dónde se desarrolle, una gota en mitad de la noche puede ponerte nerviosa pero miles de gotas en un torrente llegan a ser placenteras.

Es pues la sensibilidad de cada persona la que determina en ocasiones que música le resulta molesta y por lo tanto será ruidosa, y que ruidos le resultan placenteros y los tome como musicales. Hacer una visita a Eduardo Polonio puede dejarnos un tanto perplejos, su canción número 20 “Flautas, voces, animales, pájaros, sierra…” destaca por su increíble capacidad para medir la cantidad de ruidos que puedes soportar. A pesar de ello estoy con aquello que dijo Egberto Gismonti, clarinetista: “Si tú crees que eres loco por hacer una música completamente loca, no te asustes, un día serás lúcido”.
Aunque prefiero, aún así, a Debussy. También utilizó la improvisación espontánea y libre, pero el color de las melodías, la ligereza del todo, la transparencia de lo que entiendes, es la imaginación del creador inmerso en su sueño que traspasa los límites del tuyo. De momento Polonio no me hace sentir bien, pero si interesada.

El locutor hacía referencia a este medicamento de Rosalia Roio que me hizo reír. Lo he encontrado y aquí lo dejo:

Nanas Urbanas
Esta música nace de un ejercicio de catarsis, pues la música es medicina, tanto para quien la crea como para quien la disfruta. Los mensajes comunes en la música popular dicen que el amor es sufrimiento, así que dejé de cantar medolías para renovar el contenido del corazón y de la mente.
...Unas nanas que arrullen los corazones de las personas, que conformamos parejas, familias, pueblos, Estados que al final hacemos las guerras, o firmamos las paces...
Nos inspiramos encontrando nuestras sombras, haciendo de espejo, soñando despiertos, siendo niños, creando una alquimia poética entre la música y las palabras, indagando en las filosofías orientales, aprendices de la meditación, transitando este quehacer sin otro propósito que procurar la salud, tan sencilla, de tocar y escuchar.
A modo medicinal y con la más genuina intención de ofrecer un bálsamo de amor y sosiego, dedico estas Nanas Urbanas a todos los que veis en el sueño y en la música, una unión con lo divino o la restitución de la paz.
A los insomnes, los tensos y los preocupados que vivimos atacados por la prisa habitando con nuestras cansadas mentes el reino del mañana.
A los niños, inspiradores, habitantes cotidianos del mundo de los sueños.

...Tiene usted en sus manos TRANKIMUSIC COMPLEX 2007 mg, lea el prospecto detenidamente....

TRANKIMUSIC COMPLEX 2007 mg. (TMC 2007 mg.)

Lea el prospecto detenidamente antes de empezar a tomar esta medicina.
Conserve este prospecto. Puede tener que volver a leerlo.
Si tiene alguna duda consulte a su poeta favorito, ángel de la guarda o músicochamán.
Este medicamento se le ha recetado a usted personalmente y debe darlo a otras personas. Puede beneficiarles aún cuando los síntomas no sean iguales.

En este prospecto:
1 Qué es TMC 2007 mg. y para qué se utiliza
2 Antes de escuchar TMC 2007 mg.
3 Cómo se administra TMC 2007 mg.
5. Conservación de TMC 2007 mg.


TRANKIMUSIC COMPLEX
2007mg. comprimidos envolventes

1. Qué es TMC 2007 mg.
Se presenta en comprimidos envolventes para administración auditiva. Cada envase en formato de CD contiene 13 dosis. El principio activo es cambiolina (derivado de la poesía), perteneciente al grupo de los medicamentos llamados inductores al ensueño. Contiene como excipiente espirituazol, por lo que se considera un potente almadilatador.

Para qué se utiliza TMC 2007 mg.
Está indicado para el tratamiento sintomático del dolor de alma debido al exceso de exposición a medolías perniciosas. Se utiliza para fluidificar las mucosas del pensamiento que evitan estar en el momento presente. También está indicado en los casos en que se presenta insuficiencia onírica.

2. Antes de escuchar TMC 2007 mg.
No tome TMC 2007 mg.
- Si es usted alérgico a la felicidad o padece hipersensibilidad a la imaginación.
- Si usted tiene úlceras en el altruismo.
Embarazo: consulte a su hijo tarareando un poco primero (oyen todo).
Lactancia: muy recomendable
Conducción y uso de máquinas: su efecto agresormicida reduce la velocidad en las carreteras. Como con los medicamentos afines al antipiradoamil se recomienda poner especial interés en las letras cuando el efecto narcótico no es deseable.

3. Cómo se administra TMC 2007 mg.
Las dosis correspondientes a cada CD se escuchan de una en una disueltas en un vaso de silencio.

Consejos sobre la posología específica de cada comprimido:
1 Elimina el malestar de la ausencia.
2 Su acción serotoninérgica incrementa el afecto por la naturaleza.
3 Actúa directamente sobre la sensación de unión con todo.
4 En pacientes de 0 a 98 años favorece la inducción al sueño.
5 Especialmente en niños puede producir efectos adversos tales como soñar despierto.
6 Aumenta la respuesta inmune a la soledad en el umbral de la excitabilidad eléctrica urbana.
7 Recupera la insuficiencia cordial hacia lo anglo parlante estabilizando la simetría de lo asimétrico.
8 Despolarizante, incrementa el equilibrio del ph de nuestra imagen y su sombra.
9 Comprimido reafirmante para pieles sensibles.
10 De acción ultracorta, se recomienda repetir la dosis para sentir su efecto.
11 Estimula la acción onírica sobre la hormona del crecimiento.
12 En pacientes agnósticos se recomienda repetir la dosis hasta sentir su efecto de eterno retorno.
13 En pacientes alérgicos a los componentes metafísicos esta dosis puede exceder su tolerancia.

La dosis diaria recomendada para niños es según ellos quieran cuando quieran.
En caso de toma de otros medicamentos: no utilizar TMC 2007 mg. simultáneamente con otras medolías, ruidos, charlas o cualquier otra manifestación acústica.

4. Posibles efectos adversos
TMC 2007 mg. puede producir efectos inhibidores de actos agresivos, delictivos o autodestructivos, potenciando una reacción disuasora.

Ocasionalmente se han descrito cuadros de euforia, amor al prójimo o ganas de vivir exacerbadas que, si rebasan ciertos límites, conviene reducir las dosis.

Se han detectado casos de sordera permanente e irreversible en personas que administran las dosis a través de la amplificación de baja calidad del ordenador u otros tipos de speakers, que no hacen justicia a la calidad con que ha sido procesado este medicamento.

En pacientes melómanos se han detectado estados persistentes de vigilia, apareciendo la necesidad de permanecer atento y despierto. Dichos pacientes, además, corren el riesgo de incrementar su patología no pudiendo tolerar otras músicas que no conlleven los componentes principales de este medicamento.

Caducidad.
Este producto es eterno.


Rosalia Roio
http://www.myspace.com/rosaliaroio
Eduardo Polonio
(http://www.eduardopolonio.com)





domingo, 19 de abril de 2009

Santa Semana



Claustro de Évora y Alange

Es fiesta, el cielo está gris y el aire sopla frío.
Me cuenta sus vivencias en una de las ciudades de mi itinerario, pregunto interesada por algún detalle del que me informa cumplidamente.

Los rugidos metálicos, las señales acústicas en la inmensa sala, la mesurada voz que anuncia la salida o llegada de otras ciudades, el murmullo confuso del trajín, ruedas que resuenan en distintas direcciones, te sumergen en una barahúnda en la que todo parece vigilado.
Sin perder de vista al de delante y al cartel allá arriba que anuncia los cambios continuos de información, te convences que estás dónde tienes que estar y permites el control de cuanto llevas.

Sola en el asiento doble de un vagón repleto. Gente desconocida que durante un día comparten anécdotas, llenando el reducido espacio alargado de risas e historias tristes. Instalada, muda y atenta a cuanto ocurre me vence el cansancio, el sopor me lleva a los parajes predilectos de mis sueños.
El silencio espabila, deja oír el machaqueo de las juntas de los rieles, la marcha se ha ralentizado en el último tramo mostrando el paisaje que no deja ver la velocidad.

Es noche cerrada, rodamos por la autovía contando las peripecias del viaje. A grandes rasgos nos hacemos un plan para los próximos días y me pongo en sus manos, resultará una magnífica guía turística.

Toca subida a una torre de esas que siempre ves en el camino diario, que cada vez te dices que has de subir un día de estos, pero nunca lo haces. Pues este era el día.
Aprovisionamiento de agua, buen calzado, sol en su apogeo, aire atemperado por el lago y unas nubes misericordiosas que de vez en cuando nos protegen.
Ruta nada complicada, vistas de impresión a la laguna y la inmensa llanura verde.

Olores limpios, colores sedantes, voces relajadas, miradas que te guían confiada hacia lo que desconoces.
Te desprendes de las piezas que tapan tu cuerpo y paseas dentro de prendas inmaculadas descalza por el silencioso laberinto. Abres, el sonido fuerte y conocido del líquido te altera, hueco de luz natural que te hace sentir más consistente que tu sombra, el fuerte caño y el eco de todo lo que se mueve te estimula, el agua suena diferente contra ti. Te hace sonreir.

En la masa líquida acogedora y agradable el vapor te envuelve, pierdes la sensación de pesadez y te meces.

La piedra caliente reconforta, respiras tranquila en la tibia penumbra llena de serenidad.

Advierto el vaho saliendo de la nariz y la boca, el aire quema de frío en la bóveda baja, las piedras en el fondo brillan como bajo un cristal que cubre hasta la mitad los arcos, siento el escalofrío de todos los nervios al bajar la escalera y huyo rápidamente de tanta belleza helada.

Desciendo por la escalera de baldosas blancas en la estrecha e iluminada gruta de la terma romana, casi vuelvo a introducirme en un sueño. Paseamos a solas, el eco de nuestros pasos impresiona. Hay huellas romanas, árabes, visigodas, castellanas, allí donde miras está instalado el pasado.

Qué se puede hacer después de inundarte de divina belleza y plácido desahogo, la dulce cafetería por supuesto.
Aquí los colores se convierten en rojos que incitan a desmelenarse. Aún no, el reciente estrenado estado del alma requiere seguir con la tranquilidad, y gana el paseo por las calles en compañía de la luna. De la visita del lujoso hotel inglés a la del coqueto y cálido hotelito estilo andaluz, con patio central y habitaciones con terrazas en cada altura. De ambos tomo debida nota.
Un día feliz.

Esta vez toca turismo puro y duro. Recorremos la ciudad embelesadas con la Roma ibérica. Entre foto y foto, no hay relatos históricos, sino amores y desamores de ambas. Mucho más interesante y productivo desde luego, pero, no podemos perdernos la visita al museo. Una vuelta y a lo que nos atañe de verdad delante de un par de digestivas cervezas frías.
Este, un día completo.

Recorrido de calles blasonadas de la antigua ciudad lusitana de la edad media. Increíble museo vivo cuidado y protegido por sus ciudadanos como ninguna otra ciudad. Voto porque consiga la denominación del Parlamento Europeo de “Ciudad Europea de la Cultura” en 2016, como reconocimiento máximo al Tercer Conjunto Monumental de Europa y Patrimonio de la humanidad por la Unesco, y a toda la lista de reconocimientos y premios que tiene esta fantástica ciudad.
Aquí no se necesitan máquinas para retroceder en el tiempo, simplemente entras y sales. Tan normal.
Otro día disfrutado plenamente.

Pasamos al país de al lado. Primera parada y visita a un claustro en el que se podría volver a vivir. Paseamos por sus almenas, subimos a las torres, visitamos jardines y terrazas. Si guardas silencio podrías oír el roce de los ropajes arrastrados sobre la piedra, y con un poco de imaginación los cantos y mantras religiosos y las intrigas de la época.
Imposible en un entorno como este no sentir la necesidad de amar, liberar la terrible águila enjaulada en el pecho, destruyendo votos y terribles promesas idealistas. Hondas virtudes de contrastes entre los sentidos y la realidad, haces daño o te haces daño.

Tras estos maravillosos días y ya de vuelta, solo pienso en regresar. Lugares que envuelven en una atmosfera de profunda quietud y sosiego, donde te encuentras y te descubres.
Y también, si, hay que regresar a los vuelcos del corazón cuando le ves, a sus ojos sin indiferencia, a los escalofríos de inquietud, a la urgente necesidad de que te toque.
Una y otra vez.

Santa Semana de renacimiento lejos de la indiferente obligación cotidiana.






domingo, 5 de abril de 2009

Nubes de algodón donde pisar


Selva natural (Marimauá) y Selva artificial

Así es la vida. Caminas por el mundo inmersa en un día a día que copa toda pretensión de hacer algo diferente.
Cuando ocurre lo que ha estado gestándose a tu lado, de lo que no has sido totalmente consciente hasta que ha estallado, te coge tan desprevenida que aterra. Convives sin pretender molestar ni que te molesten, pero lo haces. Empiezas a darte cuenta de ciertos detalles que no tuviste en cuenta, que parecían normales, de una vida normal. Pues no lo eran.
Ya es bastante duro trabajar todo el día, para encima tener que reparar en necesidades pusilánimes y sin valor. Pero no lo son.
Son verdaderas artimañas de dioses con mala leche, dispuestos a darte una lección que jamás olvidaras.

Y tu mundo ya no está. Miles de preguntas con respuestas inverosímiles que dan los otros. Verdad y realidad en los ojos y sentir de ellos. Imposible que hablen de ti, no te reconoces en su terminología extraña.
El tiempo solo es la perspectiva, descubrimiento lúcido de que lo que no tiene importancia es cuestión de alto riesgo.

Confesiones de qué nos ha pasado a todas, a muchos, a la mayoría. ¿Qué es importante en el abismo, entender que pasó o saber cómo soy? Respuestas dadas por quienes perdieron sus mundos con tanta pesadumbre.
Entenderlo todo es imposible. Conocerte y saber qué quieres y qué estás dispuesto a jugarte es lo realmente importante a partir de ahora. Desvarías.

Destrozada tu base segura, dónde apoyabas decisiones, tu vida presente, pasada y futura, plataforma convertida en una nube de algodón que tan solo el viento puede desmenuzar. Impresiona.

La cultura de la familia, del trabajo, de la sociedad, crean la seguridad del “no pasa nada”, cuidan de ti.
Pero la realidad es que sigues tan sola como en medio de la selva de Mamirauá expuesta a las inclemencias, a las alimañas y a las veleidades de los dominantes. Aquí al menos vives en alerta continua y aprendes a confiar en ti.

Sumida en una lucha donde presionan, retuercen, golpean y acribillan con lo que hiciste, lo que dijiste, el tú y el yo, provoca la salida caótica de la vaina que te rodea de un solo tajo, para verte desnuda e impotente ante tanta justicia y normalidad.
Imbécil por creer, por no darte cuenta, por no hacer nada, sientes vergüenza y reniegas de ti. ¿Qué futuro puede tener alguien tan inadaptado para vivir? ¿Cómo si no ocurren estos desbarros?

Y ahora, puesta en pie y mirando al frente, te dispones a vivir contigo sabiendo que cuando vuelvas a confiar ya no habrá nubes de algodón donde pisar. En alerta continua y confiando en ti.