miércoles, 20 de enero de 2010

Puñeteros regalitos



Parque Vigeland - Oslo


Estoy abriendo un regalo. Viene en una bonita caja con un precioso lazo. Es azul, la caja y el lazo, de un azul brillante. No sé si abrirlo. Yo no he hecho regalos esta vez. A nadie. Lo tengo aquí al lado, he desecho el lazo pero me apetece rehacerlo.
Estoy obligada a devolver el gesto, lo he aceptado. Ya es mío. Si al menos te dijeran "tengo un regalo para ti estoy esperando el tuyo”, te darían opción a pensar “pues espera, espera, que lo tienes claro”. Se quedaría con él, que además sería de su gusto, y aquí paz y mañana gloria. Pero no.
Además lo ha hecho con alevosía porque me lo entregó primero, y ha sido por puro placer de hacerme feliz.

Me acaba de llamar para ver si me ha gustado. Y se lo he dicho. “Vale” me ha contestado, ”pues no lo abras y cuando tengas el mío los abrimos a la vez”. Encima es una persona genial. Y lista, se aseguró el suyo. ¡Leches! ¡Y qué le regalo a una persona tan genial! Cada vez se complica más. ¡Puñeteros regalitos!

Cada paso que doy cada vez que salgo, me los paso mirando escaparates, a ver si veo algo. En ninguno de ellos, en ningún estante de ninguna tienda hay regalitos para personas geniales. En casa miro libros y me paso las horas en internet. Nada interesante.
No puedo llamarle y preguntarle qué quiere porque no me lo preguntó a mí. Sorpresa, pues sorpresa.
No sirve tampoco que piense en sus gustos porque ya no sería un regalo genial.
Tendré que decidirme o me voy a pasar media vida buscando. Y que me joda el regalito unos días, pase, pero más, ni de coña.

Usaré la razón. ¿En qué consiste ser una persona genial? Ser magnífico, estupendo, sobresaliente, extremado, que revela genio creador… Pues mira que bien, y si logro sorprenderle yo también seré genial. Pues vaya que alegría.

Con cuan insignificante impulso, un regalito, ya ves, se convierte la alegría en compromiso, éste en desazón, y ésta en tragedia, y que a nadie se le ocurra decirme que ésta no es consecuencia de la primera aduciendo que no hace falta tomarse la cosa por la tremenda. Lo explicaré sucintamente por no cansar a quién me lea.

La cuestión entra en el honor de mi persona ante la sociedad, nada menos, dónde no hay opciones. Todo está determinado para que yo, como individuo, me comporte acorde al modelo social, una fuerza que me apremia a hacer lo que se espera de mi, y además pretendiendo hacerme creer que es una elección consciente.
En caso contrario, si decido oponerme a esa fuerza, al sistema, mi tendencia recibe la etiqueta de “comportamiento marginal”.
Pesa en la constitución de mi identidad la influencia educativa, las coacciones mentales afectivas, las convivencias familiares… Si estoy de acuerdo con la norma y sigo el modelo, mi dosis de libertad es importante, pero si mi forma de entender difiere de la del resto, esa dosis libertaria es totalmente inexistente para mí.

Cogí la caja, le saque el contenido y la volví a cerrar. Cuando la abrió y la encontró vacía me miró interrogante. Y le espeté:

“Me ha gustado tu regalo. Gracias.
Si te hubiera regalado algo sin desear hacerlo, me habrías quitado mi libertad de elección y menguado mi identidad como individuo, la misma que te merece el deseo de agasajarme. De ti depende que a mi actitud, en contra del determinante social de devolver el regalo para quedar bien, le pongas la etiqueta de conducta marginal, o no.”

Tras un segundo sonreía. Claro que no todos entenderían el concepto.
Sigue siendo una persona genial, ahora en grado superlativo, consiguió sonreír. Y yo sigo con mi etiqueta de “hay que fastidiarse con la tía esta, que encima me cae bien”


lunes, 11 de enero de 2010

Tomate esta botella conmigo

Tiempo y Ser
Obra de la escultora Gloria Achucarro.
Recibió la medalla de bronce en el concurso de los Juegos Olímpicos de Pekín


Esta noche veo que siempre caigo en los mismos errores. Un mundo raro este donde se hace preciso mentir.
“A los educados en el desprecio hasta el amor les sirve para repartir odio” La escuchaba hablar quedamente, me ha invitado:”Tomate esta botella conmigo” He negado con la cabeza y he pedido otra. La que a mi me gusta.
Tiene la voz ronca del alcohol y el tabaco. Y la mirada fija, dura y profunda.
”Este mundo. Tan triste como cuando los árboles pierden sus hojas… las cosas simples son las que más duelen… debes olvidar a quién no te quiere, a quién no te atiende, demórate en tu tiempo sin soñar en su vuelta…” Hablaba entre trago y trago. ”¿Eso no lo canta Chavela?” Le digo, y en la carcajada de alegría porque he reconocido sus letras casi la atraganta el trago. Ya en mi segunda copa solo le hablaba a la botella, y para no acabar sintiéndome carabina la dejé disfrutar en su compañía.

He decidido que mañana seguiré. El porvenir no será sorpresa. Será lo que yo quiera.
Mi sinfonía solo la puedo tocar yo, y yo he de puntualizar, repetir, dirigir y modular para que suene tal y como quiero oírla cada día, bella y portentosa.
Seguiré en mi trinchera, queriendo lo que quiero y deseando lo que deseo, quizá luche más duro que hoy, quizá vierta mi sangre en el duelo, puede que llore desconsolada, puede que decida retroceder, o salir a campo abierto y exponerme a una lluvia de desdén. Si es así regresaré a mi morada, silenciosa, cansada y sucia. Me impregnaré de mis olores favoritos, liberaré a mi mente de cualquier intento de juzgar mis decisiones, me envolveré en el calor de la seda, daré a mi cuerpo las atenciones más exquisitas, y me sentaré a preparar el avance del siguiente día. Este día habré vencido.

Y si el siguiente lo quiero triunfante, avanzaré con ímpetu sonriente, admitiré la mañana nublada, o soleada o nevada, vistiendo de colores, o gafas o bufanda. Asumiré el sufrimiento como parte de mi enseñanza en el combate de lo posible. Llevaré el timón por los mares tranquilos, evitaré las tormentas obedeciendo al corazón que manda y busca. Y volveré a mi morada llena de vituallas de otros puertos, con velas brillantes para los rincones, limpiare los cajones y los sacaré fuera. Este día habré conquistado.

Cuando quiera decir, diré, y recogeré lo que caiga como cosecha provechosa. Cuando desee callarme, callaré, y no evitaré lo que ocurra. Me demoraré en mi tiempo, feliz o triste, golpeada o amada. Seremos yo y mi brevedad.

No, ya no me dormirán con cuentos de hadas.


lunes, 4 de enero de 2010

Resumen de prensa.



Vendedor de periódicos de 6 años.
Sant Louis (Estados Unidos)


Hoy ha amanecido un día frío y brillante. El sol relucía en un cielo absolutamente azul, con la calle húmeda y la gente tapada hasta los ojos. Aún en festividad con todos los comercios del centro abiertos, hay más gente de lo normal en una mañana de domingo, sin aglomeraciones todavía.

Compro el periódico de camino al trabajo, y lo abro por la última hoja para ver el tiempo que hará hoy. Veo que las nubecitas tapan un sol empequeñecido. Trato de traducir observando el despejado cielo que por la tarde lloverá. Guardo el periódico para leerlo con tranquilidad esa tarde.

Nuestra querida alcaldesa se ha tomado muy en serio la propaganda con la que nos bombardeaba no hace mucho con aquello de “mantenga limpia su casa, mantenga limpia su ciudad”, y nos ha puesto suelo de salón en las aceras de la mitad del centro. Y no es que aquí llueva mucho, pero cuando lo hace, los patinazos, los resbalones y los culazos te ponen en alerta.

Cuando pasas de las baldosas de hormigón a las brillantísimas y resbaladizas losas cambias la forma de andar. Lo hacemos todos. Si se pasara a cámara lenta disfrutaríamos de una danza digna de los mejores bailes africanos. De andar distraídamente a mirar el suelo y pisar con cuidado, separando los brazos del cuerpo para estabilizarte mejor, de vez en cuando se te va un pie, y te tambaleas, sigues más despacio y con cara de miedo. Eso sí, algunos disimulan muy bien, pero de repente han perdido la prisa, no miran al suelo pero no pierden ojo al anhelado final de las malditas baldosas de patinaje. Miedo al tortazo y al ridículo.
Desde luego los que si han debido salir beneficiados son los zapateros remendones, deben estar poniendo suelas antideslizantes a dos manos.

Opto por continuar por las callecitas adyacentes a los que la oferta de “dos baldosas por una”, según le supongo a nuestro ”ahorrativo” consistorio, puesto que me es imposible encontrarle otra respuesta que me mantenga en la inopia tranquilidad de mi borreguil indiferencia, no habrá llegado para más baldosas, alabada sea la suerte esta vez.

Acomodada con el periódico delante, y tras repasar todas las hojas, he leído los cuatro artículos que han llamado mi atención y otro que en este momento que escribo aún no he disfrutado. Consciente que me distraerá de lo que pretendo decir antes, lo dejaré para el final.

La forma en que la sociedad gestiona el conocimiento universal que las tecnologías de la comunicación actuales ponen a su alcance es realmente preocupante, al que crea, no se le conoce pero los que plasman y caricaturizan el estilo mueven masas, no interesa la personalidad del creador solo el residuo de lo que pretenden, “El deseo de morir y matar por una caricatura ofrece una panorámica más explícita de la década… una década repleta de enfrentamientos de origen incomprensible” Matías Vallés.

Todo cuanto está ocurriendo en nuestra democracia, digo nuestra, porque no tiene nada que ver con lo que dice la RAE que es, no es más que una nueva forma de colonización como señala Nawal el Sadaawi (escritora egipcia, psiquiatra y disidente política del mundo árabe), … no conocemos qué hay detrás de palabras como socialismo, modernismo, diálogo, autonomía, términos como educación, globalización, emancipación, no sabemos que utilidad tienen en la vida diaria.”
Apunta Sadaawi
”que la mujer occidental lleva un velo cosmético aplicado a base de bisturí que la hace creerse libre” y cada vez me inclino a pensar más como ella.
”… Así vivimos la inmensa mayoría. Como autistas. Como si lo que pasa cerca de nosotros sucediera en realidad muy lejos. Ya sé que hacernos los sordos y los ciegos es más cómodo y más sano que cortarnos las venas. Pero seguro que esa sordera y esa ceguera son mala cosa para la buena democracia. Muy mala cosa. Muy mala.” Alfons Cervera.

Un estudio de la UNED “Nupcialidad y cambio social en España”, demuestra que la opción de vivir solos es cada vez la más escogida. El sociólogo Martínez Pastor apunta que el mayor nivel educativo, la precariedad laboral, el precio de la vivienda, la trayectoria profesional de la mujer, el cambio de valores, y la dificultad en conciliar lo personal con lo familiar y laboral, hacen mucho más fácil vivir solo.
La cultura es determinante para superar inconvenientes, abramos la mente.

Paul S. Samuelson premio Nobel de Economía individual, nos deja su visión sobre el capitalismo … la vida es competencia, pero también suerte. Por esa razón, porque el azar existe precisamos una red de seguridad que es la democracia y el Estado de bienestar: la democracia es el sistema de reaseguro mutuo más importante que se haya inventado jamás… Cándido Pañeda.
… consideraba bastante limitadas para lidiar con la grave crisis actual a las escuelas de pensamiento nutridas en tiempos de bonanza… que no incluyen en sus manuales referencia alguna acerca de la trampa de la liquidez. I. Giménez Zuriaga
Aplicable en su totalidad a nuestra democracia.

Pero vamos más allá y a ver que os parece, así como esas tecnologías de la información han dado pie a que todo el mundo pueda ser lo que no es, también mantienen informados a todos los humanos en todas las partes del mundo, y todos aprendemos a entender el espíritu de comunidad de otros que miran de forma diferente pero les ocurren las mismas cosas, intentando prevalecer sobre nacionalismos, sectarismos o etnocentrismos. Usando esas tecnologías avanzadas, las mercancías y los servicios son conocidos y de una forma u otra acaban por llegar a todos los rincones del mundo. Las empresas multinacionales explotadoras, cuando no fabrican armas, pueden transformarse en “promotores activos de intereses y perspectivas mundiales”. Usemos lo que tenemos.

"Los estudios sobre consolidación de unidades políticas soberanas estima que el número de unidades políticas en el mundo alcanzó su punto máximo hacia el año 1.000 a.C. con unas 500.000 bandas, aldeas y jefaturas distintas. El número de unidades autónomas descendió a 200.000 en el año 500 d.C.. El proceso se fue acelerando hasta llegar a menos de 200 en todo el mundo. En 1.648 Alemania tenía 900 Estados soberanos, hoy no hay más que 2.”
Quizá la solución sea empezar ya a trascender de Estado a otra forma de sociedad para mantener el orden y la ley. “La paz mundial parece mucho más lejana que la guerra mundial, pues tomamos como realistas astutos a los belicistas y soñadores quijotescos a los pacifistas.”
La fuerza de la cultura será determinante, la sociedad lo demuestra en su trayectoria, el hombre como la naturaleza busca aquello que le permita sobrevivir, solo el peso o la ayuda de esa cultura puede dejar que nos extingamos, o encontrar soluciones.

Si hemos de contar con el azar y la suerte, como dice Samuelson, deberemos hacerle caso en la “cuestión de razonar con conceptos que se puedan medir directa o indirectamente y pensar que lo demás no tiene ciencia.”

En el artículo que había dejado para el final, parece ser que la audiencia española decidió en mayoría tomar las uvas con Anne Igartiburu en vez de con Belén Esteban, y además sin anuncios y aumentando su perfil de audiencia entre los jóvenes.
Casi podríamos decir que algo sí debe estar cambiando. No se si ponerme eufórica o continuar con el tono emocional bajo, porque como dice Juan José Millás cuando estás eufórico acabas por meterte en cualquier disputa, mientras que si estás depre ni te molestas.


Levante El Mercantil Valenciano, 3 de enero de 2010