Amanece en la autovía, un sol espectacular rojo-anaranjado surcado de una nube alargada por debajo de su centro, tiñe un alucinante mar tarraconense de tonalidades calientes.
Hemos ido tan relajadas que todos los mapas de carreteras, desvíos, direcciones y demás puntos de referencia que llevaba no he podido utilizarlas. De repente estábamos en la salida 31, justo la que teníamos que coger, ¿si? ¿no? y ¡alaaa! pasada de largo. En el peaje a
La llegada a la ciudad condal se llena con las llamadas de los amigos que nos esperan para acompañarnos al aeropuerto y hacerse cargo de nuestro coche hasta la vuelta.
Nos recibe el aire cálido, caliente para los que estamos acostumbrados a diez grados menos, desde la terraza del barco predomina el verde con el desierto de fondo. Avanzamos suavemente por el Nilo deslizándose de una orilla a la otra haciendo eses en el gran río, seguimos a otras dos naves en una tranquila carrera de navíos dispuestos a pasar la exclusa sin esperar demasiado. De repente unos gritos alegres desde la orilla nos hacen girar la cabeza a todos, un montón de niños dentro del agua junto a la orilla agitando los brazos y chillando. Nos saludan, hacen gestos vitoreando al capitán. El olaje suave que produce la nave llega hasta ellos que se preparan para nadar contra corriente, para luego esperar al siguiente barco.
Con una madre del África negra, Burundi, Iteru o Nilo fluye en sus casi
Éstos intentan utilizar las denostadas tradiciones faraónicas para mantener vivo el interés del resto del mundo y atraerles a una difícil sociedad en la que su manera de ver el mundo les priva de valorar que la vida en la tierra es un privilegio del que hay que saber disfrutar, aprender y mejorar.
El predominio masculino se respira en el ambiente. Ni una sola mujer nos ha atendido en ningún momento del viaje de Aswan a Lúxor. El guía cuenta la historia en los antiguos templos egipcios haciendo lecturas muy particulares, a la medida de las creencias egipcias actuales. Incluso de la misma manera y en el mismo tono que nosotros les contamos los cuentos más fantásticos a nuestros hijos.
Debo decir que en conjunto fueron respetuosos, aunque entre broma y broma el guía y yo dejáramos caer nuestras respectivas afinidades sobre los géneros, pero en más de una ocasión me esforcé por contenerme.
A pesar de todos y cada uno de los rigores de este viaje a un ambiente donde el espíritu de libertad no reside en existir sino en morir, dato este que me hizo recordar aquello que dejó escrito Nietzsche “El primer pensamiento del día, la mejor manera de comenzar bien cada día es, al despertar, pensar si en ese día podemos complacer al menos a una persona. Si esto pudiera admitirse en sustitución de la costumbre religiosa de la oración, los demás saldrían beneficiados con el cambio.”
Como digo a pesar de todo ello, y abarco todo lo espiritual y lo material, la belleza del legado faraónico, egipcios, nubios y demás etnias de la era, consiguen hacer de este viaje una verdadera y fantástica travesía por un mundo sabio y profundo, lleno de aciertos y errores.
Solo he podido observar con cierta claridad, que comienzan a percibir la diferencia, a vislumbrar otras formas de pensar, a valorar qué és calidad de vida, y a actuar moderadamente en una sociedad que tímidamente adopta los vaqueros y el Ketchup, y que sonríen suspicaces ante mis razonamientos (pocos, pero algunos hubo) sobre su negatividad.
Pudimos ver a una musulmana arquitecto dirigiendo una excavación cerca de la entrada de un templo, con la mirada socarrona que me dirigió el guía mientras lo contaba, me faltó tiempo para decirle en alto que “ya era hora que nos mostrara la verdadera alma egipcia”.
miércoles, 2 de septiembre de 2009
Iteru
Iteru o Nilo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
10 comentarios:
Muy femenino, un viaje interesante.
Un abrazo.
Se ve que has sabido mirar y escuchar con criterio.
No por mucha historia o leyenda que nos cuenten lo que se cuenta es norma.
Besos.
¡Pásarlo muuuuuy bien!
Un beso
Aunque nuestras conversaciones no han sido lo largas que me hubiera gustado, tus opiniones siempre me han hecho reflexionar.
Cuídate mucho Babilonio.
Un abrazo.
Nada mejor que observar otros caminos para valorar con juicio lo que ponen ante ti.
Sobre todo Ybris si llevas las enseñanzas de tus maestros bien presentes.
Besos.
Ahora si que tengo cosas que contarte Pedro.
Un beso.
Me alegro que estes de vuelta. Espero que el viaje haya sido provechoso y agradable.
Un placer volver a leerte.
Besos.
Merxe.
Lo ha sido Merxe, en todos los sentidos.
Un beso.
Hola, Buenas tardes Gaia,
Que seas consciente de que se te lee
O de que he vuelto a leerte
Lo que pasa, es que quizás lo desconocías.
O no lo recordábamos.
Un atento y cordial saludo,
Art Alegoría
Art_Alegoría hoy he leído tu comentario. Hoy soy consciente.
Lo desconocía ¿Tenemos recuerdos?
Inmediatamente he ido a tu blog, publicaste el 2 de noviembre de 2009 la última vez. Ni e-mail, ni el/los otro/s blog/s. ¿Links? Noticias de google y ayuda de blogger. Leo.
Y me quedo oliendo a mandarinas.
He decidido comentarte con este comentario, con la esperanza de que se te ocurra pasar de nuevo por allí-aquí y verlo de paso.
Un sorprendido y expresivo saludo,
gaia07
Publicar un comentario