martes, 21 de febrero de 2012

Unas cuantas preguntas, y dos relatos de Historia.



¿Es competente la Democracia o es un mito?

¿Son positivos los Partidos Políticos?

¿Es contraproducente el Parlamentarismo?

¿Qué hay de negativo en la Globalización para el obrero, el campesino o la mujer?

¿Las Instituciones Jerárquicas del Estado son culpables del mantenimiento de la lucha de clases?

¿Se ha vaciado de contenido la Política quedando atrofiada en un teatro de pequeña política repleta de gestores del Capitalismo y sus Crisis?

¿Es posible la confianza en unos Entes (Gobiernos, Organizaciones, Naciones, Organismos), que nos llevan paulatinamente, siglo tras siglo, hacia una división del mundo en “buenos o malos”, que hoy castra a la mayoría para perpetuar a una minoría en el Estado del Bienestar?


Manifestación de colonos en Sagua La Grande, Las Villas, Cuba*


Transcurría 1840, Henry (naturista y agrimensor) paseaba diariamente por los alrededores de su pueblo y mientras recorría la orilla del río Concord, su mente lúcida disfrutaba reflexionando sobre la razón de preservar lo natural y lo salvaje. Su fuerte capacidad innovadora le animaba a encontrar soluciones a los graves problemas sociales, a buscar una independencia teórica y práctica, el dicho y el hecho, a cubrir sus necesidades sin tener que vender su alma a cambio. Cada día que pasaba se afirmaba más en el hecho de que era posible vivir en sociedad sin perder el contacto con la naturaleza “todas las cosas buenas son libres y salvajes.” Nos ilustró en que es mucho más sabio resguardar la castidad de la mente que la del cuerpo. En su reflexión lo trivial, lo convencional, los rumores, podían ser divertidos y hasta refrescantes durante un rato, pero consentían en mezquindades que lograban profanar el pensamiento. 
Se sentía nativo del universo, le gustaba su ciudad, su época, su vida.

Un día, repasando el censo municipal de Concord advirtió que le habían vuelto a poner David Henry en vez de Henry David tal y como él mismo había exigido en un gesto de defensa ante la imposición de una identidad, no cejó hasta que el administrador modificó el registro.
En otra ocasión la First Parish Church le incluyó entre sus miembros, cuando el recaudador le reclamó el dinero de la iglesia se dirigió al ayuntamiento y se negó en rotundo a pagarlo, denunciando que si bien la iglesia no compartía la manutención del maestro tampoco el pueblo debería compartir la del cura. Alguien pagó la deuda y ante el requerimiento de los concejales accedió a escribir una declaración: “Sepan todos por la presente que yo, Henry Thoreau, no deseo que se me considere como miembro de ninguna sociedad a la cual no me haya unido”.

En 1846 le fueron reclamados los impuestos de capitación que llevaba sin pagar desde 1842, alegó motivos ideológicos y que vivía en su cabaña siendo autosuficiente, y se negó a pagar. Esta vez le metieron en la cárcel la noche del 23 al 24 de julio y alguien volvió a pagar por él. A la mañana siguiente tuvieron que forzarle a dejar la cárcel, aducía que el pagador era inconsciente del daño que causaba interviniendo en sus asuntos. Durante esa noche departiendo con los presos alcanzó a ver con mayor nitidez el significado de las instituciones del Estado, y al enfrentarse de nuevo a la sociedad comprendió por qué la gente en sus actos no hacían el bien, estaban ocupados en protegerse a sí mismos y a sus copiosos e inútiles bienes. En sus textos sentenciaba: “Nunca llegaré a sobreponerme a lo podrido de las relaciones sociales… No es la ley quién merece nuestro respeto sino la justicia”.

La esclavitud es uno de los temas destacados en sus conferencias, tanto la de los negros como la de los blancos: “esclavos de un género de vida más confortable, pero no por ello menos desesperado: instrumentos de sus propios instrumentos, pastoreados por sus propios rebaños, atados a campos que poseen a medias pero que ni siquiera han visto”, y declaraba:
“Rompe la ley, haz que tu vida ayude a parar la máquina”


Describe al Estado como uno de esos dioses del Antiguo Testamento y la mitología india, a cuyas imágenes los devotos sacrifican seres humanos: “Los hombres son como son por falta de confianza y de espíritu emprendedor, por pasarse la vida vendiendo y comprando como siervos. Deja que retumbe el trueno. Que el ganarte la vida no sea tu ocupación, sino tu deporte. Goza de la tierra, pero no la poseas.”  

El que de verdad quiera hacer reformas no necesita “cooperación, dinero ni consejos”, dice, donde el propio ejemplo es el factor clave para llevarlas a cabo, ser nosotros el cambio que necesitamos en nuestro entorno, y propone como objetivo educar para la acción y no para la demagogia.

"De todo corazón acepto el lema de que el mejor gobierno es el que gobierna menos, y me gustaría que fuera honrado con más diligencia y sistema. En la práctica significa asimismo, lo cual también creo: que el mejor gobierno es el que no gobierna en absoluto; y cuando los hombres estén preparados para él, ese y no otro será el que tendrán. El Gobierno es, a lo más, una conveniencia; aunque la mayoría de ellos suelen ser inútiles, y alguna vez, todos sin excepción, inconvenientes…”

Henry Thoreau mantuvo durante toda su vida eso que muchos escribieron como teoría, “una relación original con el universo”.


Grupo A Filetta
La pasión, el fervor emocional y la belleza del arte de sus voces evocando siglos de polifonía en Córcega.


Corría por el sendero como alma que lleva el diablo, llevaba un mensaje de una de las Dietas al Cismonte en Tierra de Comunas al noreste de la isla. Había partido hacia las montañas apenas rozaba la madrugada protegido por los compañeros, lejos de la guardia que defendía a los ambiciosos feudatarios de la Tierra de los Señores. Si conseguía alcanzar antes de que el sol llegase a su cenit la Pieve, la parroquia principal de la primera agrupación de Comunas tras pasar la frontera del Pomonte, contaría con un caballo, necesitaría varios días para arribar hasta Corti desde Ajaccio.

Sambucuccio de Alando, cabeza de la Dieta donde se reunían con asiduidad en asamblea de deliberación formal del Estado, le había dado el santo y seña para los guerrilleros que encontraría cerca  de la frontera. Así lo hizo y fueron ellos quienes se aprestaron a llevarle hasta la Pieve. Una vez allí, sin resuello y polvoriento, pidió ver a los Padres de la Comuna, número variable de representantes nombrados mediante sufragio universal que incluía a las mujeres, para comunicarles parte del mensaje de Sambucuccio.
Mientras discutían cómo hacerle llegar hasta el Consejo Superior de los Doce, los podestás elegidos entre varias Pieves y miembros responsables de las leyes y reglamentos que regulaban la Tierra de Comunas, el Caporal se encargó de que recuperara fuerzas. Como magistrado responsable de la protección y salvaguardia de las capas más pobres de la población, se le encomendó pertrecharle de lo preciso para el resto del camino y del mapa de la ruta más rápida que debía seguir, asimismo mandó que fuese acompañado por guerrilleros que le aseguraran un caballo fresco en cada tramo. 
Mientras subía al caballo se dijo que si Guglielmo Marchese di Massa de Malaspina venía de camino dispuesto a someter a los barones de Cinarca y Capo Corso, toda la Tierra de Comunas debería estar preparada para apoyarle.



Consiguieron su propósito, y Marchese di Massa estableció un protectorado del que se ocupó él mismo y transmitió después a su hijo.
A finales del siglo XI, el Papado, basándose en documentos falsificados, presentó una presunta donación de Carlomagno de la Soberanía de Córcega a la Santa Sede, que fue ampliamente respaldada por los clérigos del interior de la isla, y en 1077 los corsos se declararon súbditos de Roma.

El pueblo corso son fieros montañeses de fuerte sentimiento nacional y tenaz deseo de independencia, grabado a fuego en su alma por los innumerables avasallamientos de otros pueblos, fenicios, griegos, romanos, vándalos, bizantinos, pisanos, aragoneses, genoveses, y más tarde franceses, que aprovecharon la torpeza política genovesa y el resentimiento corso para colocar estratégicamente a su ejército en el Mediterráneo.

Córcega no ha dejado de ser tierra de disputas desde el siglo VIII en que llegaron los Íberos hasta este siglo XXI, en que los ataques terroristas del brazo armado de partidos políticos independentistas, en la más pura tradición de la vendetta, siguen reivindicando su independencia. Y los franceses les van dejando poderes autonómicos a cuentagotas.

Pero lo que me llamó la atención de esta montaña perdida en el mar y olvidada por los hombres, es el ¿sufragio universal en el Siglo XI? ¿Un magistrado responsable de la protección y salvaguardia de las capas más pobres de la población, garantizando que los más desfavorecidos no sufrieran abusos y asegurándoles justicia? ¿En el Siglo XI?      

¡Señor, Señor! Y al siglo XXI nos lo venden como progresista.
¿No es hora ya que nos informemos de qué estamos comprando con nuestro tiempo de vida?




Thoreau, Biografía esencial, Antonio Casado Da Rocha - http://www.ehu.es/ias-research/doc/2005_ca_thoreau.pdf
Desobediencia civil, Henry David Thoreau
Fotografías: *Tintin Collection propiedad de: http://saguaindustrias.blogspot.com/2008_10_12_archive.html
                  http://espiritudelsur.com/web/?p=66

4 comentarios:

virgi dijo...

Lo que he leído a salto de mata de HDT, lo veo ahora resumido en tu entrada (lleva tiempo picándome el interés, pero sin pasar de ahí).
Hay personas que tienen una visión adelantada a su tiempo y según parece él fue así. Su planteamiento de desobediencia civil (¡hace un siglo y medio, no?) le ocasionó problemas, pero ahora, ya ves donde estamos, en el DEBER que tenemos de llevarla a cabo. Al menos en muchas cosas.

No podría responder ni una sola de las preguntas, pero si creo que la Democracia necesita de unos retoques para poder avanzar, no siempre lo que opina la mayoría es lo mejor. Sin ir más lejos, las últimas sentencias son prueba de ello. Y los resultados de las votaciones suelen también decir algo así.

En cuanto a los corsos, he estado cerca unos días (hace como cinco años) en Cerdeña, y en verdad, hay una atmósfera muy diferente a la Italia peninsular...¡imagino en Córcega!

Total, con leer y escribirte, me olvido de la música.
Volveré.
Besos, Gaia querida.

gaia07 dijo...

Lo que más me fascina de las personas es que se nos hace enormemente difícil entender que, actuando con mesura y procurando dejar lo que cambiamos mejorado suele ser más lento pero más efectivo. Nos cuesta menos entusiasmarnos con aquellos que nos jalean a correr para encontrar oro (petróleo, gas, productos financieros…) los primeros.

Solo el hecho de convertirlas en preguntas, tan solo el cuestionarlas, ya es más que suficiente para evaluarlas de manera distinta, sobre todo para no convertirlas en dogmas.

Son un pueblo que mientras estuvo olvidado se respetó a sí mismo y a sus habitantes, que cuando fue deseada por los codiciosos y poderosos de sectas, gobiernos y señoríos terroríficos, resolvieron usar el terror como palabra. Otro modelo humano de inconsciencia, sabiendo hacerlo bien forjamos lo peor. Y si aun así logramos grandes cosas ¿qué no lograríamos si todos pudiésemos comer, disfrutásemos de paz, y pudiéramos desarrollar nuestras facultades sin imposiciones?

He disfrutado con tu forma sensible de percibirlo.
Un abrazo Virgi

Carz dijo...

Si Henry Thoreau hubiera nacido en 1920 en Alemania, lo habrían quemado en 1942 y nada de él sabríamos, como de unos cuantos millones de personas.

La mayoría de los humanos siguen los mismos principios: hacen de la marginalidad la media. Y así nos va.

La comunidad (Estado) no sólo es conveniente, sino absolutamente necesaria. Y deberíamos dejarnos la vida en ello, por que, si no, nos la arrebatarán con toda suerte de cadenas.

Thoreau fue un pensador ignorante del futuro: la desobediencia civil no cabe en una sociedad digna de ese nombre. La desobediencia civil es un síntoma de una sociedad insuficiente, de una democracia con paperas. Bastaría con no votarlos. ¿Por qué nos cuesta tanto darnos cuenta?


Un beso.

gaia07 dijo...

Interesantísimo comentario Carz. Otra de las cosas por las que llamó mi atención Thoreau fue porque tanto sus contemporáneos como otros críticos a lo largo de la historia le han tratado de cándido y poco realista, al igual que han sido tratadas gran mayoría de las mujeres pensadoras durante “nuestra” historia.

En 1942 quedó claro hasta donde podía llegar la burocracia de un Estado, control, reclutamiento, separación, imposición, holocausto. En 2012 tenemos también claro cuantas cosas buenas puede hacer la burocracia de un Estado, protección, calidad de vida, perfeccionamiento, soluciones.
Cuando las cosas han ido mal siempre ha sido para una gran mayoría, en tanto que, cuando han ido bien suele serlo para unos cuantos en detrimento del resto. Que las cosas podrían ser de otra manera y que las personas maltratadas por la burocracia mundial fueran cada vez menos, muy cierto, pero la verdad es que no es así, y aquí es donde veo esto que dices de la marginalidad de la media.

Cuando una persona se mete en esa marginalidad de pensamiento ¿qué la saca de ahí? Es una situación cómoda, hasta diría que placentera, siempre podrás echarle la culpa al que manda. No votarles no significa que no vayan a seguir haciendo lo que están haciendo, y nosotros a seguir permitiéndolo.
¿Qué remueve una conciencia? ¿Qué hace a un individuo moverse sin la fuerza de la masa?
Quizá, la convicción de saber que tu tiempo es augusto.

Un beso enorme