miércoles, 6 de abril de 2011

En teoría


Vectores de velocidad de las placas tectónicas obtenidos mediante posicionamiento preciso GPS

“La inmensa mayoría de terremotos sísmicos se producen en los bordes de las placas ”Las circunstancias del clima y de la historia han hecho concentrarse una buena parte de la población mundial en las regiones más sísmicas de los continentes… junto a los límites convergentes  Donde la placa oceánica se hunde bajo la placa continental o se comprimen y chocan, es el cinturón orogénico, el borde activo.”

La tectónica de placas es una “teoría” referente a la formación y los movimientos de capas frías de la tierra sobre el manto fluido interno del planeta, se sabe que se desplazan a una velocidad igual a la que crecen las uñas de nuestras manos (2,5 cm/año)*.
Y con estas teorías deducimos cómo se forman las cadenas montañosas, qué provoca los terremotos, cómo funcionan los volcanes, y algo sobre las fosas oceánicas.
En teoría.

Con estas especulaciones se ha supuesto que funcionan como una cinta transportadora, va creciendo por los bordes divergentes de las dorsales oceánicas y desapareciendo en el manto por los bordes convergentes de subducción.
Y a esto hay que sumarle la teoría de la deriva continental, que se sospecha puede ser debida a “las diferencias en las fuerzas gravitacionales, arrastre, succión o subducción”, o quizás “las diferentes fuerzas que se generan con la rotación de la tierra, y las fuerzas de las mareas del sol y la luna”; y también hay que contar con la teoría de la expansión del fondo oceánico.

Teoría tras teoría es igual a mucha teoría.
Ahora veamos como nos comportamos en otro contexto elegido al azar entre la cantidad de ejemplos que generamos, sobre todo pensando en que una se vuelve estúpida cuando deja de estar apasionada (de Helvecio).


Skylon, futuro vehículo espacial europeo



Llegó la Guerra Fría, estamos en 1945, con su espionaje y propaganda, y en tanto se desarrollaba la tecnología para los viajes espaciales se construían los misiles balísticos intercontinentales. Hizo falta una guerra para que el invento de Goddard se vinculara a las ambiciones militares y saltará a la palestra como artillería de largo alcance. En resumen, constituyó un indicador de la capacidad tecnológica, económica y superioridad ideológica de dos potencias que querían ser súper.

El lanzamiento soviético del Sputnik 1, el 4 de octubre de 1957 –en plena recuperación tras una guerra devastadora, ¿se entiende que solo les importara lograr ser primera potencia mundial?- dio comienzo la carrera espacial entre la rivalidad de estos dos países. El miedo hizo acto de presencia con todos los honores. Ambos se dedicaron a sacar pecho y a ver quién escupía más lejos.
Después llegó el Explorer norteamericano, y nombraron el Año Geofísico Internacional, y consiguieron grandes descubrimientos de la atmosfera exterior. Y el alunizaje, en una conversación con el director de la NASA, Kennedy dijo:
“Todo lo que hagamos debería estar realmente vinculado a llegar a la Luna antes que los rusos... de otra manera no deberíamos gastar todo ese dinero, porque no estoy interesado en el espacio... La única justificación (para el coste) es porque esperamos ganar a la URSS para demostrar que en lugar de estar por detrás de ellos por un par de años, gracias a Dios, les hemos adelantado.” (De una grabación de la John Fitzgerald Kennedy Library)

La N.A.S.A. trabajaba con un presupuesto de 5.000 millones de dólares por año, la Unión Soviética con 4.000 millones de dólares por año. Este mano a mano duró 18 impresionantes y lindos años, gracias a Dios.

Hoy día nuestro espacio exterior está poblado de grandes artefactos que vigilan, experimentan, comunican…
Entre los beneficios obtenidos por estas investigaciones contamos con la comunicación electrónica, alimentos desecados y precocinados, ropa que permanece seca, gafas de esquí antiniebla, datos sobre clima, vegetación y movimientos humanos, medición remota, control de vehículos, control robótico, y los dos programas espaciales militares tripulados, (la basura sideral la dejaremos para otro momento).
Además de la posibilidad de una nueva carrera espacial entre empresas privadas por el turismo interestelar (este sería un buen momento porque con las vistas no iban a vender muchos billetes).
Todo muy importante y muy interesante pero que sin nosotros los consumidores no sirven para nada.

En teoría, deberíamos proponer una guerra lo suficientemente ambiciosa para que los militares se interesaran por el personal que les da el por qué y les consume, en suma, esa patria que defender por aquello del que el interés motiva, y echasen mano de su astucia para susurrar a los políticos que asesoran, lanzándose a una carrera por ver quién consigue primero el equipo técnico y material necesario para evacuar a cualquier país en cualquier parte del mundo en el menor tiempo posible, antes que las hecatombes naturales les dejen sin nada que salvaguardar. Donde gastasen cantidades indecentes de euros en microchips, robots, satélites, naves, y todo aquello que pueda ser aplicado a detectar, evaluar, detener, y poner en marcha un protocolo con suficiente antelación a cualquier desastre natural terrestre para poner a salvo a la población, a toda la población. No habría soldado en el planeta al que no se le tratara con honores de general, y a este, ni te cuento.

Quizá diseñar ciudades en los puntos estratégicos menos destruibles, o edificaciones que se alzasen en el aire lo suficiente para no ser arrasadas por el tsunami o terremoto de turno, o naves súper-potentes que con la diligencia y eficacia militar que nos caracteriza, recogieran a todo ser viviente minutos antes de ser masacrados en cualquier lugar del planeta. Se puede consultar desde Cyrano de Bergerac, pasando por Isaac Asimov hasta nuestros más creativos contemporáneos… claro que hacer esto en un mundo donde millones se mueren de hambre queda un poco chabacano.

Ya que van a punta de moral y honorabilidad, seamos listos miremos de frente la realidad, y tras observar durante años qué mueve a quién pues juzgar es sentir, utilicemos lo que sabemos y pongámosles la zanahoria delante. Si el altruismo no va a ponerse de moda y el humano solo piensa en sí mismo, “se destaca por su mala fe, el deseo de no ver lo que no le conviene y el arte perverso de reescribir la historia en su beneficio exclusivo (de nuevo Helvecio)”, seamos consecuentes antes de acabar aglutinados en el magma donde se inició este planeta, antes de tiempo.

Al menos en teoría.




* Según Read HH, Watson Janet (1975) Introduction to Geology. New York: Halsted. pp. 13-15.

18 comentarios:

El peletero dijo...

Se presupone que la unión hace la fuerza, que si todos empujamos en una misma dirección nos ahorraremos esfuerzos innecesarios, despilfarros y derroches sin sentido.

Se cree que la clave del bien común se encuentra en la segunda palabra de la frase, que el bien debe ser común, o que es bien porque es común, sino sería mal.

Pero todo ello es una presunción, creo, equivocada. Dicen, como ya deberíamos saber, que hay razones que la misma razón desconoce.

El hambre del mundo no la saciarán cohetes supersónicos ni todo lo contrario, superlentos.

¿Qué mueve a quién?

Cuando veo a las mujeres africanas acarrear agua con sus hijos acuestas, trabajar a destajo mientras “su” hombre se las mira sentado tranquilamente entiendo las razones de su hambre endémica que no creo se pueda saciar gracias al altruismo.

Mejor es preguntarnos quién decide qué es “bien” y qué es “bien común”.

El conocimiento y el saber nos hacen libres, pero las chinches de los prejuicios, del pensamiento gallináceo y de la mirada corta que sólo mira el dedo que señala, se agarran a nuestro cerebro y no se sueltan.

Saludos.

gaia07 dijo...

Yo más bien creo, apreciado El peletero, que es una cuestión de excesos. Hagamos lo que hagamos siempre terminamos en el exceso, religiones, poderes, supremacías, ONGs, famas, políticas…
Y de educación. El bien y el mal son muy relativos, cuanto más el bien común.

Hablando de lo común somos culpables desde que irrumpimos en la vida, quieren hacernos sentir por vivir supongo, y cada cual acaba sacando la carga de sí mismo como buenamente puede. Si el yo está condenado y el mundo se ve desde uno mismo, ya nos podemos imaginar donde queda el bien común.

Decidir decide cada uno en base a su educación, pero no la que te ofrecen sino la tuya propia.
Ni lo malo es tan malo, ni lo bueno tan bueno. Si le preguntáramos a esa mujer africana, créame, nos dejaría pasmados de lo que ve desde sí misma.

Me hace pensar mucho, un verdadero placer.
Saludos

El peletero dijo...

Me alegra hacerle pensar, pero no sé muy bien qué quiere decir. Si todo es relativo no debe preocuparnos el hambre de esa mujer africana.

Hablando de hambre y de África, hoy he estado comiendo con una amiga que tiene a su hija viviendo hace muchos años en Ghana, con su marido y sus hijos, la verdad, las personas somos iguales en todas partes, cuando nos desnudan no hay manera de distinguirnos aunque algunos vestidos ahogan y asfixian.

Saludos, el placer es mío.

mateosantamarta dijo...

Has planteado temas delicados, gaia: una tierra inestable en la que una superpoblación de un animal soberbio e infantil hará que los desastres vayan increscendo, la moral disminuyendo y los políticos y militares, suponiendo que quisieran, serán impotentes para hacer frente al desastre. Sólo algo nuevo que no sé que pueda ser abriría nuevas perspectivas. Un abrazo.
Nos queda la música.

virgi dijo...

Como dice Mateo, nos queda la música.
Y la literatura y la pintura y...
en fin, el arte, la belleza.
De las pocas cosas que nos redimen de seguir siendo como somos.
Ese espacio que nos hace sentir orgullosos de nosotros mismos, aún cuando la basura espacial vuele sobre nuestras cabezas.Total, como no la vemos! (el otro día leí que están inventando una especie de espuma que la recoja...imagínate!)
Siento pensar que el altruismo nunca se pondrá de moda, no va con la humanidad, si acaso con unos pocos.
La pieza que has colgado, magnífica. El otro día escuché un trozo de Tristán e Isolda, ¡qué maravilla!

Pues eso, arte, arte, arte.
Para ti, querida Gaia, besos, besos, besos.

gaia07 dijo...

El bien y el mal no lo es “todo”, sería demasiado fácil El peletero.
Debe preocuparnos el hambre de esa mujer y de todos, debe preocuparnos aquello que lleve al ser humano a ser infeliz.

Quería decir que quienes deciden qué es “bien” y qué es “bien común” son aquellos a quienes nosotros se lo permitimos. Y relativo porque el hambre africano puede depender tanto del despilfarro europeo-americano como del rencor que sienten los más débiles porque la fuerza se muestre tal cual.
Por eso creo que los excesos en el ser humano le dificultan la existencia.

Saludos

gaia07 dijo...

Muy delicados querido Mateosantamarta.
Una mente nueva quizás. Producción mental en vez de física. Quién lo sabe.

“Nos queda la música” y el maravilloso bullir del arte.

Un abrazo

gaia07 dijo...

Así es Virgi.
Calígula, un emperador capacitado para gestionar un imperio en la prosperidad, resolver rápidamente errores de administración, guerrero y protector de las artes, alabado y querido por un pueblo que le mimó, llevado por los excesos donde ni los historiadores se pusieron de acuerdo y asesinado por los que le ensalzaron.

Un ejemplo que aún nos es válido hoy día.

Un besazo

Babilonio dijo...

En teoría, cualquier persona que sepa leer debería saber que esas decisiones las toman los políticos, de todos los bandos. Esos que todos votamos.
En la práctica, hay gente a la que es mas fácil culpar de nuestra propia irresponsabilidad. (soberanía popular, ejm..)
En la practica, el terremoto y posterior maremoto de Japón ha causado veinte veces menos muertos que el de Indonesia, luego algo si se está haciendo bien.
En teoría todo puede estar planificado y preparado.
En la práctica los fenómenos naturales son imprevisibles.
Como ya te han dicho nos queda el arte.
Besos

gaia07 dijo...

Los políticos no son eruditos en todo, de ahí los asesores, aunque tienes toda la razón en que es fácil ser irresponsable, para la plebe es la parte amable de nuestro sistema, siempre hay uno más arriba al que señalar con el dedo de la culpabilidad.
Siempre es más probable que haya más víctimas en un país de papel que en uno de hierro, sin embargo los daños colaterales (emisiones gamma, beta o alfa) aún están por llegar, y lo que es peor, perdurar.

Eso decía, que debiera ser al contrario, en la práctica estar planificado y preparado cualquier fenómeno natural imprevisible en teoría.

“Nos queda el arte” y la audacia.
Besos

mirada dijo...

Querida Gaia, nos queda mucho más, nosotras y nosotros mismos, llevo tiempo sintiendo un cambio muy valioso en la conciencia social y es la necesidad de mirar por el bien personal, creo que ahí parte el equilibrio entre lo que decimos, sentimos y pensamos, por fín las palabras de tantos pensadores, artistas, personas que a través de la tradición nos han mostrado el cambio son más que escuchadas, son atendidas. El darse cuenta es extraordinario, el vivir el instante con la mirada limpia, respetándonos a nosotros mismos, uno a uno, hará que muchas emociones negativas dejen de ter importancia. Se irán resolviendo todas las preocupaciones mundiales porque pasarán a ser parte de nuestras ocupaciones.
Tengo fe en que así es.
Un abrazo grande, tesoro.

gaia07 dijo...

Y de hecho es así amiga mía. ¡Es que soy tan impaciente!… cuando veo todo lo que somos capaces de hacer con los mal llamados imposibles, con el único reto de entender en qué consiste un beneficio real para nuestra vida y nos haga cambiar de prioridades, me provoca esa necesidad de agitar un cóctel y serviros copas que os hagan soltar vuestros pensamientos.

Un abrazo enorme

mirada dijo...

ben feito, ;-)
bicos

mateosantamarta dijo...

gracias, gaia07. Uun abrazo.

Ricardo Miñana dijo...

Espero que despues de un tiempo inestable, que arranca con la tragedia del tsunami del 2004, y pasando por Haiti, todo termine en Japón, y regresen tiempos de paz.
excelente tu post.
que tengas una feliz semana.
un abrazo.

gaia07 dijo...

Tras la tormenta la calma. Aunque hay tragedias que no se asumen.
Gracias y feliz semana también para ti.

Un abrazo

bixen dijo...

Jeje, me pones!
Aquí en el DF todo Dios está chupando agua subterránea a discreción; la urbe se hunde. Esto provoca grietas descomunales, mas los seísmos ya no repercutirán tanto. Paso de decir ying-yang.

gaia07 dijo...

Está claro bixen, estamos en el mismo tema. Físicamente puede que seamos diferentes, pero biológicamente acabamos desatando las mismas barbaridades estemos donde estemos. Me atrevería a decir que esto ya no es teoría, es una maldición ;-P